LA
LLAMADA DEL PIRINEO
La
llamada del pirineo, esta dentro de cada uno de nosotros, es algo más que
irracional, es … (a lo mejor lo descubrimos después de leer este artículo).
Pero
la verdadera llamada de las montañas, no es ir a pasar unos días a la montaña,
a subir unos picos, ver unas flores y soportar mejor el calor veraniego, ni ir
a esquiar a unas pistas, por que está de moda, no es eso, no.
Yo
no tengo relación histórica familiar con el pirineo, nadie de mi familia es de
allí, pero por eso mismo creo que la necesidad de estar allí es más fuerte.
A
veces, cuando estoy agobiado, cierro los ojos, respiro hondo y sueño con estar
allí, y así la sensación de agobio se pasa rápidamente.
Siempre
quiero ir, sea primavera, verano, otoño o invierno, siempre me gustaría estar
allí y aunque no esté físicamente, estoy mentalmente, recordando todo lo que he
visto las veces que he ido.
Rememorando
sensaciones, colores, olores, momentos, vistas, paseos, montañas, etc.
Una
de las cosas que más me apasiona es hacer una excursión y llegar a ver un árbol
que me estaba esperando, le miro, le hablo y le abrazo, me uno con él, y me
despido con un……. ¡ hasta pronto, cuídate !
Miro
las hierbas, intento recordar sus nombres, sus propiedades, su época de
floración, las alturas a las que vive, para luego, cuando estoy lejos, mirar
guías y cada vez conocer más y más de todo lo natural del pirineo.
Mi
amor por el pirineo, empezó por las mariposas, Sí, iba al pirineo a cazar
mariposas, por lo que las conozco muy bien, y ahora, sólo, las miro, las sigo
con la vista, las saludo y les deseo suerte (que no encuentren a un cazador
como lo era yo) y que disfruten de su frágil y corta vida, encontrando a su
pareja y aleteando sus alas recubiertas de escamas de colores por los prados,
los valles, los caminos, los torrentes y las montañas, cada una en su lugar.
Me
vuelvo a despedir deseando un….¡hasta pronto!, aunque muy probablemente no las
vuelva a ver y seguro que a quien vea será a sus hijos, a quien vuelva a ver el
año que viene.
Hace
unos años que lo conozco, casi 30, pero seguro que me quedan miles de rincones
por conocer y mi vida cada día se acorta, por eso surge en mi esa llamada en el
interior de mi mente…… he de estar allí, he de ir a vivir allí.
No
estas allí, y cada vez te queda menos tiempo, tienes que ir ahora y reservo
unos pasajes de avión, alquilo un coche y preparo mentalmente la maleta o la
mochila y realizo una lista de cosas a llevarme, para que no se me olvide nada,
pero es la lista de siempre.
¡¡¡¡Necesito
ir!!!!, necesito estar allí.
La
última vez, cuando estaba paseando por allí, hacia una lista de posibles
trabajos a realizar, desde artesanales a de servicios, pensando en crear una
empresa de ….., de lo que sea, o de camarero, o de obrero, pero por ahora no puedo, ¿cómo voy a dejar mi
trabajo con lo que me ha costado conseguirlo y consolidarlo con tanto esfuerzo
y tiempo?
Y
lo dejo pasar, por que además, significaría un divorcio, porque mi mujer
(urbanita 100 % y de nacimiento y de
mentalidad) y eso es lo que me motiva a aguantar sin ir allí a vivir.
Mientras
sigo esperando que me llamen y me ofrezcan un trabajo adecuado a mi formación,
para no poder decir que no, y lanzarme a ir a vivir, (pese a quien pese).
Alguna
vez una compañera de trabajo, me preguntó, ¿Que tenía por el pirineo?. Le
conteste: AMOR. No es un mujer, es como cuando cierro los ojos, y respiro, me
imagino las hojas de los árboles meciéndose con el viento, sus verdes colores,
cambiando a amarillos, naranjas y marrones, sus frutos, sus troncos, una nube,
un nevero, una montaña, un árbol, un olor, un arroyo, un río, un pez en un
embalse, un camino, una mariposa, una flor, un paseo, un amor…… El pirineo.
Mi
currículum está por casi todas las OTG o Inems de la zona. Y eso que mi
formación está relacionada con las montañas, pero por ahora no surge la llamada
del pirineo, (la del trabajo, por que la de ir, surge cada día dentro de mi, y
cada día más veces).
Mientras
surge esa llamada, sigue surgiendo mi llamada interior de ir, pero por ahora no
puedo ceder a la llamada de ir a vivir, (mi mujer), pero ¿cuánto tiempo puedo
aguantar con esta disyuntiva en mi cabeza?.
Necesito
ir, y pronto.
¿Podría
vivir sin ir al pirineo? NO.
Alguna
vez escribí (en mi versión forestal):
"Si
alguien no sabe porque vivir, es que no ha visto un bosque"
Lo
que tenía que haber dicho es:
"Si
alguien no sabe porque vivir, es que no ha visto el Pirineo"
“Si
alguien quiere vivir que vaya a pirineo”
Los
que vivís allí “Que suerte tenéis”
Pronto
seré uno de vosotros,
En
mi interior suena cada vez más fuerte la llamada del pirineo.
¡¡¡¡Hasta
pronto!!!!!
LUIS
NUÑEZ VAZQUEZ 2008
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